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Bangkok, nuestra querida y adorada Bangkok.

Cuando pensemos en ti recordaremos muchas cosas.

Jamás olvidaré esas semanas en las que me dediqué a rematar distintas tareas pendientes casi sin salir de casa, mientras me deleitaba cada día con un delicioso (y sano) plato de PaleoRobbie.

Y como no podía ser de otra forma, decidimos entrevistar a su creador. ¿Cómo se llama el fundador de PaleoRobbie? Sí, Robbie.

Dentro vídeo:

Y ahora, nuestra visión y resumen.

La comida tailandesa está buenísima, pero…

Me encanta la comida tailandesa. Desde que pisé el país por primera vez en 2013 me enamoré de su gastronomía. No sólo del Pad Thai (que, en realidad, pocos tailandeses comen), también de sus brochetas, sus curries, arroces, su famoso Khao Soi (aunque no me guste la comida picante, el Khao Soi me vuelve loco) o, quizá mi favorito, el Pad See Ew.

Pero, a pesar de lo que pueda parecer, no es una comida demasiado sana.

Sí, hay mucha verdura, pero… Bastan un par de clases de cocina para empezar a ser consciente de la enorme cantidad de azúcar que lleva todo.

Al principio no daba crédito: un día vi a una compañera echarse una cucharada de azúcar sobre un plato de noodles y cuando le pregunté dijo que quería «más azúcar”. ¿Más? Sí, resulta que todas mis comidas se cocinaban con algunas cucharadas de azúcar de las que no era consciente.

Y luego está el tema del aceite: comer por 50 bahts (menos de 1,5 euros) está muy bien, pero claro, para mantener esos precios… Los aceites son reutilizados una y otra vez. Y otra vez. Y otra.

Que nadie me malinterprete: no creo que comer cada día en un bar de menú cutrecillo de Madrid sea mucho mejor (aunque no pongan azúcar, el aceite no suele ser bueno y, al menos yo, acabo con dolor de estómago tras varios días en este tipo de establecimientos). Pero no, la comida thai, todos los días, no es tan buena idea como pueda parecer en un principio.

La mayor parte de días acababa comiendo en el restaurante de la oficina («el de la quinta», como le llamábamos cariñosamente), pero la idea de comer «mejor» me rondaba la cabeza desde hacía tiempo.

Y un nombre destacaba especialmente: PaleoRobbie.

¿Qué es PaleoRobbie? Comida Paleo a domicilio

Creo que todos los expatriados de Bangkok (y, seguramente, muchos turistas) habrán visto alguno de los anuncios que PaleoRobbie cuidadosamente segmenta para llegar a gente «como nosotros»: trabajadores del conocimiento a los que nos gusta comer bien.

PaleoRobbie es, básicamente, un servicio de comida a domicilio que sigue los principios Paleo. No es un modelo de suscripción a la Wetaca, startup española que ya entrevistamos en su día (recordad, ¡usad el código de descuento «TAMTAMI» si os da por probarlo), aunque se parece bastante.

Con PaleoRobbie los envíos llegan cada día al lugar que indiques (puedes elegir sitios distintos para cada envío), y han sido cocinados sólo unas horas antes de que los recibas.

La compra funciona de forma parecida a una tarjeta prepago: cargamos dinero en una «Paleo Wallet» y el crédito se va gastando a medida que hacemos los pedidos (con algún día de antelación, no vale comprar en el mismo día).

¿Y qué es la Dieta Paleo?

En este vídeo nos lo explica Robbie:

 

Mi historia Paleo
Como todos sabéis, tengo tendencia a engordar (y leches, me gusta comer mucho). Y como todos los que tenemos tendencia a coger kilos de más… Sé más de alimentación que el ciudadano medio. ¿Soy un experto? Ni de coña. Pero es probable que sepa más que tú 😉 Hace años hice una tímida aproximación a los principios Paleo. Digo tímida porque me gusta desayunar tostadas de pan y leche (entera, claro). Cosa «no permitada» por los Paleo de verdad. Debo decir que viví una gran presión negativa en mi entorno más cercano. “¿Vas a comer todo el día carne?» comentaban algunos denotando suma ignorancia algunos. «¿Cruda?» se aventuraban otros. Nada que ver, queridos míos. Si ya habéis visto el vídeo (y si no, dadle al play de una vez), la dieta paleo no es nada extremo. Resumiendo mucho, se basa en comer de forma parecida a «nuestros antepasados del paleolítico”, antes de la llegada de la agricultura: verduras, frutas, pescado, carne, frutos secos… Jamás entenderé por qué la gente de mi entorno se llevaba las manos a la cabeza porque intentara comer verduras, carne y pescado. Sea como fuere, spoiler, nunca fui capaz de seguirla a rajatabla. Aunque las semanas que duré me sentí más ligero y despejado, me saltaba muchas cosas. Eso sí, gracias a PaleoRobbie viví un mes «casi Paleo» (esos desayunos de tostadas con tomate y aceite me pierden) y no me puedo quejar de la experiencia.

En resumen, para los que no quieren ver vídeos ni leer mis historias personales, aquí va la versión de la Wikipedia:

La dieta paleo se centra en el uso de los alimentos supuestamente disponibles antes de la revolución neolítica y se compone principalmente de carne, pescado, frutas, verduras, frutos secos y raíces, así mismo excluye granos, legumbres, productos lácteos, sal, azúcares refinados y aceites procesados.

La startup que empezó con un cambio de dieta y unos colegas

Hablar con Robbie en el salón de casa (sí, lo que veis en el vídeo es nuestro antiguo salón) fue iluminador y entretenido.

Llevamos casi dos años aprendiendo de emprendedores y expertos varios y una de las cosas que más nos sigue sorprendiendo es la capacidad que tienen algunas para personas para empezar «de la nada».

Robbie tenía unos cuantos kilos de más (en el vídeo os dice cuántos) y decidió hacer algo. Ya había probado de todo (incluido dietas vegetarianas, que le dejaban sin energía) cuando un día su hermano le propuso probar el «rollo Paleo».

Aunque en un principio lo rechazó como algo extremista, finalmente le dio una oportunidad y los resultados le dejaron muy satisfecho: adelgazó y se encontraba lleno de energía.

Pero claro, en Bangkok no es precisamente fácil organizar un estilo de vida paleo. Encontrar, comprar y cocinar y preparar la comida le llevaba tanto tiempo que decidió invitar a algunos amigos para compartir gastos.

Como a todos les gustaba, decidió contratar a un chef para que cocinara para todos.

Y el resto es historia: poco después empezó a enviar la comida a oficinas y casas y, lo que había empezado como un pequeño experimento, se convirtió en un negocio y su estilo de vida.

Echaremos de menos PaleoRobbie

Tardamos mucho en decidirnos a probarlo y… Cuando lo hicimos ya no había mucho tiempo para disfrutarlo: como la mayoría ya sabéis, dejamos Bangkok a mediados de agosto.

Debo reconocer que me encantaría tener algo así en España: las raciones eran enormes, la comida era sana y deliciosa, como si la hubieras preparado en casa.

Para muestra, unas cuantas fotos en una galería de Instagram:

We are so in love with @paleorobbiekitchen #bangkok #love #2geeks1city Almost 2 weeks now!

Una publicación compartida de 2geeks1city (@2geeks1city) el

Imagen de portada de Markus Spiske | Unsplash

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