No es la primera vez que escuchamos que “hardware” lleva la palabra “hard” (difícil en inglés) en el nombre por algo. Sin embargo, no he conocido a nadie que desprenda tanta emoción al hablar de startups de hardware como Bay McLaughlin, co-fundador de Brinc, la principal aceleradora de IoT en Hong Kong.
Bay llegó a Hong Kong después de unos años en Silicon Valley, y sí… siendo ex-Apple y con experiencia en startups pensó que Hong Kong iba a ser pan comido. Todavía no sabía que soltar nombres de gente que conoces no significa nada si no puedes hacer una presentación oficial; que en HK cuando se habla de dinero… se habla de dinero real, no de equity; y que hacer negocios en Asia se basa 100% en relaciones (el famoso guanxi del que ya os hemos hablado). Esas fueron las 3 primeras cosas que aprendió y que no se parecían nada a su experiencia en The Valley
Tras el mejor café que tomamos en Hong Kong (y casi en nuestra vida), Bay nos habló sobre alguno de los proyectos que, aunque suenen a tecnologías del futuro, son ya una realidad. Parches médicos que informan a tu médico de si te has tomado o no la medicación y wearables que te avisan con 10 minutos de antelación que vas a sufrir un infarto, fueron solo alguno de los proyectos de los que estuvimos hablando. Además, aprovechamos para conocer un poco más a fondo sobre las startups de hardware y el desafiante mundo del IoT (Internet of Things).
Toda startup de hardware es también una startup de software
Y aun así no todo lo que vale para una startup de software es aplicable cuando hablamos de hardware. Algunos de los retos que se le plantean a una startup de hardware en general y de IoT en particular son:
- Hacer el producto adecuado para tu consumidor final. La validación es una parte (mega) importante ya que una vez te pones a fabricar… Ya no hay vuelta atrás (y si la hay, es cara).
- Hay que lanzar rápido. No sirve de nada hacer una campaña en Kickstarter que consiga el triple de su objetivo, si luego tardas 5 años en poder entregar el producto. Es super complicado lanzar rápido, es un reto para IoT y es necesario contar con un buen entramado de contactos con proveedores, mentores y expertos en el sector para que el producto salga a la luz en, como dirían los expertos, “time to market”
- Si llegas a desarrollar el producto, en tiempo y expectativas para el consumidor “early adopter”, ¿vas a poder llegar a la gran distribución? Este es para Bay el reto más crítico que tiene toda startup de IoT encima de la mesa y requiere no solo de entender a tu consumidor, sino también entender cómo funciona la distribución global y los mercados internacionales.
Por cierto, y aunque ya hemos hablado en otros posts de la situación estratégica de Hong Kong como capital para startups con gran peso en hardware y tecnología, para aquellas centradas en IoT… Hong Kong ES donde tienen que estar. En los próximos 10 años va a ser una de las principales capitales, además de como es ya, financieras en Asia, sino también como un importante centro tecnológico.
De podómetros a objetos emocionalmente relevantes para los consumidores
La “gran promesa” del internet de las cosas (IoT) no son objetos a los que se les ha añadido tecnología y ahora tengo mi interacción con ellos en mi móvil. Véase los millones de podómetros digitales que hay en el mercado. Nosotros somos de esos que llevan una Mi Band en la muñeca para contar los pasos diarios, que nunca antes habíamos contado. Por poneros un ejemplo, en mi familia he pasado de llevarla yo, a comprar una para mi madre, otra para mi padre y otra para mi hermana.
Esto es solo el paso intermedio para familiarizarnos con la tecnología, para incluirla en nuestro día a día como incluimos lavarnos los dientes después de cada comida. Pensad en el ejemplo del wearable que comentaba al inicio del post, avisar con 10 minutos de antelación de un ataque al corazón es un avance que puede evitar un gran porcentaje de las muertes por infarto.
Toda startup de IoT tiene un gran reto en los próximos años y es hacer objetos que realmente se vinculen emocionalmente con los consumidores. Bay tiene una cosa clara y es que de aquí a 20 años no vamos a reconocer el mundo en el que vivimos. Que ojo, también pienso yo que eso es lo que le pasaría a mi abuela con algo tan habitual para nosotros como un ordenador.
Parafraseando a Bay
“Digital Disruption in the IoT world means unleashing the data and the information from all the objects in our life. So understanding ourselves, the world around us, how we interact with things that we never paid attention to, and then doing something with that information, so we can unlock unbelievable insights and make life better from everyone around the world”
Comentarios recientes