Llevamos unas dos semanas en China y es más de lo que esperábamos en muchas cosas. Más grande, más moderno, más desarrollado y… Más diferente.
Como muchos ya sabréis e iremos contando en nuevas entregas, el Internet chino es un mundo (casi) completamente paralelo: aquí no se usan Google, ni Youtube, Facebook o Instagram (de hecho, no se puede acceder a ellos sin VPN) y ver cómo y para qué usan WeChat (spoiler: para todo) o sus móviles no deja de ser curioso.
Pero no se trata sólo de un cambio completo de plataformas: los hábitos de uso también son distintos.
El internauta chino es esencialmente consumidor de información: no es tan habitual que la gente produzca contenidos, escriba en blogs o comparte sus imágenes.
Quizá por eso no había ninguna plataforma de influencers en China. No había, hasta que Tacy Yu y su cofundador Xiaomeng decidieron traer la idea de Estados Unidos y lanzaron KB Street.
Qué son las plataformas de influencers
Por si alguien no conoce el concepto, se trata de plataformas que ponen en contacto a marcas con personas que realizan publicaciones (más o menos creativas) sobre las mismas, distribuyen sus contenidos o recomendaciones.
Funcionan, generalmente, como un marketplace: la marca envía los contenidos que quiere que se distribuyan (o que sirvan de base para elaboraciones más complejas), selecciona una serie de perfiles en función a la segmentación con la que cuenta la plataforma y los influencers reciben las propuestas. Si deciden publicarlo, reciben la remuneración acordada y la plataforma se lleva un porcentaje del pago.
En España existen varios ejemplos, como Brandmanic, Socialpubli o Karmacracy. (Disclaimer: estoy registrado como influencer en las dos útimas y conozco a los fundadores de las tres).
¿Cuánto puede ganar un influencer en China?
La pregunta del millón. Pero ya se encarga Tacy de responderla:
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