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Como contábamos hace poco, Malasia no fue ni de lejos nuestro país preferido. No está mal, pero sentimos que le falta personalidad y encima, la comida malaya no nos emocionó. Dicho esto, aclaramos que disfrutamos mucho con sus islas (y más sitios). Curiosamente, en Malasia tuvimos algunas de las cosas que más nos gustaron en el viaje, pero como experiencia general, no nos mató.

En cualquier caso, llegado ese momento en el que decidimos que queríamos sol y playa la primera opción parecía clara y muy apetecible: Perhentian.

Habíamos conocido a un belga (algo españolizado, hola Thibault) en nuestro paso por Myanmar que nos había recomendado pasar por allí para bucear. Y claro, la idea de refrescar mis dotes buceadoras por un precio ajustado sonaba bien. Así que allí que fuimos.

Islas Perhentian Islands: qué tienen qué ofrecer y dónde y cómo se puede bucear

Las Perhentian son un grupo de islas al noreste de Malasia (para los que no sepáis orientaros, «arriba a la derecha»), bastante cercanas a Tailandia (de hecho, su nombre significa «punto de parada», entendemos que porque los tailandeses paran por ahí, o al revés). Además, por lo que nos contaron, no es raro que se usen para cierto tráfico de combustibles entre los dos países, pero… Podría ser una de esas conversaciones insustanciales de bar.

Hay dos islas principales: Kecil y Besar. Que significan, pequeña y grande respectivamente. Adivinad cuál es cuál en la foto:

Perhentian_islandsImagen: (WT-en) Mark en English Wikivoyage

El que quiera ahondar más en los misterios de las Perhentian puede echar un vistazo a Wikitravel, donde viene todo muy muy bien explicado.

Aquí nos ceñiremos más a nuestra experiencia: estuvimos casi una semana en Long Beach, Kecil (la isla pequeña), alojados en Matahari, donde también hice el curso de buceo.

Entendiento Perhentian Kecil y Long Beach

Hay muchas playas y resorts donde quedarse en Kecil (y en Besar, aunque eso no lo conocemos). Nosotros nos decidimos por Long Beach (por la recomendación del ya mentado Thibault).

La playa es espectacular, como todas por la zona, aunque tiene un pero: está llena de barcas y barquitos, por lo que no es lo más cómodo si sólo quieres tumbarte en la playa. Al estar algo masificada hay que decir que si no quieres bucear encontrarás otras opciones más tranquilas por la zona. Los chicos de Asiangaude (a los que conoceríamos en Indonesia, casi un mes después) nos hablaron muy bien de D’Lagoon, muy cerca de donde estábamos y más tranquilo (y con su propia escuela de buceo).

Como decíamos, Long Beach es perfecta para bucear, hay media docena o más de centros de buceo con precios muy decentes, cierta variedad de sitios para comer / tomar unas cervezas (lo de las cervezas requiere moverse un poco más, muchos sitios no ofrecen por motivos religiosos) y un punto más que decente de snorkel cerca del embarcadero. También nos contaron que había un sitio donde proyectaban películas clásicas al atardecer, pero fue a posteriori y no lo vimos… Una pena. Ver Casablanca al atardecer tenía que ser una de esas cosas que quedan bien en cualquier conversación.

Lo normal es que los sitios ofrezcan packs de curso de buceo + alojamiento gratis. En mi caso opté por el PADI avanzado + 2 noches de alojamiento, con todo el equipamiento incluido y materiales para el curso, que tenían en Matahari Chalet y Divers. Tamara no hizo el curso, pero la habitación era «gratis» igualmente. Y ya que estábamos, reservamos unas cuantas noches más (6).

¿Es necesario alojarse en el mismo sitio que haces el curso? En realidad, no. Y aunque pueda confundir, los sitios son independientes y ni siquiera tienen el mismo dueño. Normalmente, por lo que pudimos ver, el dueño del alojamiento es uno y el del centro de buceo otro, con los centros de buceo gestionados por extranjeros y los alojamientos y restaurantes por locales (con excepciones, claro).

Sobre Matahari en concreto: el curso fue muy bueno. Todos los profesores eran atentos y profesionales y daban confianza. Algo que ayuda si llevas sin bucear tiempo (3 años en mi caso). El alojamiento no era ninguna maravilla, pero cumplía y tenía aire acondicionado.

En Tripadvisor hacían referencia a un vertedero que había a la entrada: por suerte cuando nosotros estuvimos apenas quedaban rastros del mismo. Eso sí, había un lagarto gigante que paseaba por allí muchos días.

Sobre la comida, había varias opciones locales, como el K gaya, con Roty Canai, arroz y noodles a muy buen precio y… Una pizza brutal en el Oh La La!, sitio regentado por un argentino.

Qué puedes esperar del buceo en Perhentian / Matahari

Aquí hay que tener en cuenta que el opina todavía no ha llegado a las 20 inmersiones, por lo que seguramente no tenga una visión muy completa. Dentro de mi limitada experiencia, el sitio era espectacular: gran visibilidad, gran variedad de vida marina y unos corales tremendos.

Como parte del pack Advance pude disfrutar de un par de inmersiones en pecios (barcos, vamos), uno de ellos de noche. Internet es tan maravilloso que hasta hay quien ha hecho vídeos de las inmersiones:

El famoso «Police Wreck»:

Y el Sugar Wreck:

En cualquier caso, para mí lo más destacable de la experiencia fue la profesionalidad de los chicos de Matahari, siempre atentos a los «paquetes» como yo (llevaba 3 años sin bucear). Me hicieron sentir «parte del equipo» y salí de ahí con mis habilidades buceadoras refrescadas y algo más avanzadas.

El día de despedida de Matahari. Estaban todos borrachos

El día de despedida de Matahari. Estaban todos borrachos

Lo mejor
Muchas opciones para bucear, precios de packs de curso + alojamiento con buen precio (menos de 250 euros si no me falla la memoria) – Buen rollo y ambiente. – Aguas transparentes y arena blanca 
Lo peor
– Musicote y fiesta. Que ya no está uno para según que cosas. – Demasiados barcos en la playa. 

Pulau Kapas, la isla «remota» hipster

En uno de los últimos días en Perhentian una pareja argentina que conocimos nos recomendó encarecidamente ir a Kapas: una isla cercana, pero mucho más tranquila. Como también nos lo había recomendado nuestra querida Mary Bovary decidimos que había que ir. Así que cambiamos la ruta y… Ahí que fuimos.

Pulau Kapas siginifica «isla algodón», un nombre muy tierno que parece sacado de algún nivel de Kirby. Como decíamos antes, si queréis detalles, pasaos por Wikitravel.

Cómo llegar a las Kapas merece un capítulo: no es muy difícil, pero tampoco fácil. En nuestro caso, fuimos desde Kuala Lumpur en bus hasta Marang (un parto de horas, unas 9 ó 10 horas) y de ahí se puede coger un barco directo hasta Kapas (unos 30-45 minutos). La parte complicada de esto es encontrar el bus de KL a Marang, pero un rato en la estación de autobuses preguntando resuelve todo.

En Kapas también se puede bucear, pero con la gran cantidad de puntos snorkel que hay en la isla, decidimos que estaba vez nos ahorrábamos el diving.

Aunque no era tan remota como esperábamos (mucho menos que nuestra playa favorita del viaje, Lonely Beach en Koh Rong) se estaba muy bien.

Kapas era casi una «little Spain», de hecho hablamos más en español que en inglés. Camarero uruguayo, al menos 4 argentinos y otros 2 españoles alojados en nuestro hostal, una cocinera española…

El alojamiento en Kapas

Muchos de los sitios estaban cerrados por el Ramadan, por un lado se agradecía la mayor calma, por otro limitaba las opciones.

El alojamiento más conocido quizá sea el KCB, que son, en realidad dos (en algún punto del pasado hubo una pelea de socios y se separaron, esas cosas pasan hasta en las playas paradisíacas).

En el que nos alojamos nos salió la noche a unos 10-12 euros. Sin grandes lujos (más bien tirando a cutrillo), pero aceptable. Cenar era también muy asequible y cada día con un menú distinto (que podía ir desde un curry, a unas fajitas o un pastel de carne).

Lo mejor de esta isla era la tranquilidad que se respiraba y la cantidad y calidad de puntos para hacer snorkel.

Como actividad complementaria, dar la vuelta a la isla con Kayak es muy entretenido y se puede hacer en una hora (a nosotros nos llevó casi 4, pero bueno).

El atardecer en Kapas. Casi no tenemos fotos, porque estábamos todo el día tirados

El atardecer en Kapas. Casi no tenemos fotos de esos días, porque estábamos todo el día tirados

Lo mejor
– Puntos impresionantes para hacer snorkel en casi cualquier parte de la isla. – Tranquilidad y buen rollo. – Precios ajustados (por 15 – 20 euros al día puedes vivir y comer).
Lo peor
– Desde la playa del KCB se podía ver Marang. Puede parecer una tontería, pero al menos a mí me gusta más ver un océano infinito. &nsbp – El turismo y bastantes empleados son extranjeros.

Si estás pensando en ir a otras islas en Malasia este post podría servirte de inspiración.

 

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